L'Alpe d'Huez.- Tras asaltar el miércoles el maillot amarillo, el británico Geraint Thomas volvió a demostrar hoy que tiene piernas de sobra para pelear por el Tour de France al ganar en lo alto de L'Alpe d'Huez la tercera y última etapa alpina.
El ciclista británico del equipo Sky completó los 175,5 kilómetros entre Bourg-Saint-Maurice y la mítica montaña de los Alpes en cinco horas y 19 minutos tras una gran arrancada en los metros finales.
Thomas llegó a lo alto de L'Alpe d'Huez en el grupo de favoritos, junto a su compañero Chris Froome, Tom Dumoulin y Romain Bardet, y se impuso con un sprint lleno de potencia a pesar del cansancio que arrastraba. Dumoulin cruzó la meta a dos segundos, mientas que Bardet y Froome perdieron tres.
Tras ganar el miércoles la segunda etapa alpina para colocarse líder, Thomas logró además diez segundos de bonificación y aumentó su distancia en lo alto de la general. Froome, cuádruple campeón del Tour, es segundo a 1:39 minutos, seguido de Dumoulin (a 1:50) y el italiano Vincenzo Nibali (a 2:37).
"No tengo palabras, no sé qué decir", fue lo primero que dijo Thomas tras su segunda victoria consecutivas en Los Alpes. "De verdad pensaba que no tenía ninguna posibilidad de ganar hoy, es increíble que siga de líder", añadió tras una jornada durísima, con subidas al Col de la Madelaine y al Col de la Croix de Fer antes de la ascensión final a L'Alpe d'Huez.
Thomas se ha destapado como la gran sorpresa del Tour 2018, pero el gran favorito sigue siendo su compañero Froome, el jefe de filas del equipo Sky.
Reciente campeón del Giro, Froome pudo participar en el Tour después de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) le exonerara de una infracción por doping en la última Vuelta a España.
El británico llegó en plena forma a la carrera ciclista más importante del mundo y además cuenta con el mejor equipo del pelotón. Thomas, de hecho, aseguró hoy que su objetivo no es llegar a París el día 29 vestido con el maillot de líder.
"El Tour es una carrera muy dura, no sé cuánto tiempo estaré de amarillo", comentó el ciclista. "Yo sigo corriendo para Froome. Además, no estoy acostumbrado a una carrera de tres semanas".
Thomas, Bardet, Froome y el italiano Vincenzo Nibali se atacaron entre sí en los últimos kilómetros de L'Alpe d'Huez, pero ninguno consiguió abrir una distancia considerable.
Nibali se fue al suelo a cuatro kilómetros de la cima tras una caída, mientras que el español Mikel Landa aguantó a rueda de los mejores y cruzó la meta en quinto lugar a un par de metros de Froome, que fue cuarto.
Mañana se disputará la décimo tercera etapa, 169,5 kilómetros entre Bourg d'Oisans y Valence. Casi todo el terreno es llano, por lo que se espera una llegada al sprint.
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