Caracas.- Así retornó Omar López a su equipo Caribes de Anzoátegui tras unos días de permiso. Y es que al momento de su partida el equipo había ganado tres de sus más recientes cuatro careos, pero durante su ausencia, la ofensiva y el pitcheo no pudieron sostener un buen rendimiento, situación que los llevó a tropezar en los dos primeros juegos de la octava semana de campeonato.
Para su regocijo, tanto los paleadores como los escopeteros lograron una oportuna recuperación y salieron de perdedores al doblegar cómodamente 9 por 4 a Leones del Caracas, en su segunda visita en los últimos tres días al Estadio Universitario, reseño Prensa LVBP.
La ofensiva indígena tomó la iniciativa y no se atemorizó por el hecho de tener en frente al debutante grandeliga de los Reales de Kansas City, el derecho Carlos Hernández. Sacaron provecho de su inexperiencia en el circuito rentado y en el segundo acto le endosaron sus dos primeras rayitas en la LVBP, la primera de ellas con un triple de Jesús Sucre por la pradera central y la segunda llegó producto de su descontrol, que lo llevaron a incurrir en un lanzamiento salvaje, para que Sucre anotara sin inconvenientes desde la antesala.
El primer inning de Hernández en el torneo había sido menos complicado, con todo que lo abrió con boleto a Niuman Romero y que Gleyber Torres, con un error en tiro, amenazaron con truncárselo.
Con hombres en segunda y primera base, además de un solo out, el espigado tirador se enfrentó contra el siempre peligroso Balbino Fuenmayor y con aplomo lo hizo abanicar, para así llevarse a casa la pelota del momento de su primer ponche como profesional en Venezuela. Luego obligó al habilidoso Herlis Rodríguez a fallar con línea al guante del tercera base Wilfredo Tovar.
Tras las dos anotaciones de Anzoátegui, en el cierre del capítulo dos los de Caracas devolvieron hasta tres golpes de inmediato ante el experimentado Omar Bencomo Jr., que vio como José Rondón y el estelar Eugenio Suárez le pegaron sendos cuadrangulares “back to back”, que de momento igualaron las acciones antes de que Harold Castro y su segundo inatrapable de la noche le dieran la ventaja a los dueños de casa, con anotada de Isaías Tejeda. La tranquilidad en la cueva melenuda volvió, pero les duró muy poco.
Fiel a su plan, el mánager José Alguacil no dejó a Carlos Hernández salir para una tercera entrada de labor y lo sustituyó tras seis outs logrados y 37 envíos al plato. El brasileño Tiago Da Silva tomó su lugar en el morrito y fue apabullado por el ataque oriental; a tal magnitud, que no pudo retirar a ninguno de los cinco bateadores que enfrentó, los cuales todos le conectaron imparables, uno de ellos de dos bases y fructífero de Balbino Fuenmayor.
Yoimer Camacho tuvo que acudir al juego de emergencia y no pudo evitar la debacle, al recibir otro hit y cometer un wid pitch, que le permitió a los aborígenes coronar un rally de hasta seis anotaciones, que dejaron atónitos a los parciales caraquistas que se dieron cita al recinto estudiantil.
Ese respaldo conseguido por sus compañeros ofensivos, le concedieron a Bencomo Jr la oportunidad de estirar su actuación sobre el morrito hasta alcanzar la quinta entrada y reunir los requisitos mínimos para optar por la victoria. Se marchó con cinco hits recibidos, trío de carreras, cuatro pasaportes a la inicial y un par de guillotinados.
El joven Yeizo Campos lo relevó y de igual manera cumplió, pese a admitir hasta cuatro incogibles en su faena de dos innings, en la que no permitió mayores libertades.
Por el lado de Leones, el también novicio Norwith Gudiño emergió como un tapón para detener el desbordamiento del cuerpo de relevistas melenudos, tan maltratado en los últimos días. El derecho se reivindicó de lo que había sido sus más recientes presentaciones y lució realmente dominante al someter a la toletería portocruzano por espacio de tres capítulos, en los que apenas recibió un sencillo al tiempo que ponchó hasta cinco adversarios.
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