Caracas.- A pesar del costoso error cometido en el Gran Premio de los Países Bajos, celebrado en la llamada “Catedral” de Assen, el piloto francés de Yamaha, Fabio Quartararo se enfila decidido hacia su segundo título consecutivo en la categoría reina del motociclismo, la MotoGP.
El Mundial entró en un largo paréntesis de cinco semanas de vacaciones. Después de once grandes premios disputados y con nueve todavía por delante, el piloto galo se presenta en inmejorables condiciones para revalidar su corona, pero hay que hacer notar que no hay nada decidido.
Quartararo, quien además de quedar fuera en Assen tras una caída que promovió, ejecutó y que perjudicó también al español Aleix Espargaró (Aprilia), arrastrará una penalización de 'long lap' para el Gran Premio Británico a disputarse en Silverstone el 7 de agosto.
El francés suma 172 puntos y tiene a Aleix Espargaró a solo 21. El también galo Johann Zarco (Ducati) ocupa el tercer puesto con 114 unidades, seguido del ganador en Assen, el italiano Francesco "Pecco" Bagnaia (Ducati), quien acumula 106. Es por ello que el campeonato se decidirá en una última etapa que se antoja emocionante, por decir lo menos.
"Pecco" en la pelea
Tras dos errores monumentales en Barcelona y Sachsenring, "Pecco" Bagnaia no solo se reivindicó en Assen, sino que puso sobre la mesa sus opciones campeoniles.
Tras dos errores monumentales en Barcelona y Sachsenring, "Pecco" Bagnaia no solo se reivindicó en Assen, sino que puso sobre la mesa sus opciones campeoniles.
Había estructurado una leyenda urbana que aseguraba que de no caerse en pista no había nada ni nadie que le impidiera ganar, y efectivamente en los Países Bajos pudo completar la carrera desde el primer puesto de la parrilla, dominando desde la primera a la última vuelta. De esta manera le dio un mordisco de 25 puntos al líder Quartararo, quien no pudo terminar la prueba tras sufrir no solo una, sino dos caídas durante el Gran Premio de Assen.
Bagnaia y sus seguidores debieron esperar hasta la bandera a cuadros para celebrar, ya que tras las rodadas en las dos últimas carreras, más las de Qatar y Le Mans, había que ser cautelosos. Es por ello que las 26 vueltas al circuito holandés se hicieron eternas, esperando que llegara el final sin incidentes.
El propio piloto italiano, nacido en Turín hace 25 años, admitió que estaba "aterrorizado" por la posibilidad de perder la victoria por una nueva caída.
"Daba miedo, mucho miedo", dijo Bagnaia sobre las gotas de lluvia que cayeron en la parte final de la carrera. "Aunque siempre decimos que tenemos que terminar la carrera y que cualquier resultado está bien, en Assen teníamos que ganar o por lo menos intentar recuperar algunos puntos", dijo a motorsport.com.
Tras la caída de Quartararo y Aleix Espargaró, señaló que tomó las cosas con calma y hasta se relajó, pero la presencia de Marco Bezzecchi le hizo acelerar de nuevo, con el peligro latente que implicaba.
"Así que tuve que volver a empujar, tuve que volver a abrir esa brecha para ser más inteligente y estar más tranquilo en la parte final de la carrera, pero entonces llegó la lluvia, bajé un poco el ritmo, pero Bezzecchi volvió a presionar. Así que fue muy difícil. Me aterrorizaba volver a caer, así que lo principal era terminar. No fue fácil, pero traté de no sobrepasar el límite", dijo.
Al final Bagnaia se hizo del triunfo, ratificando que es uno de los más rápidos del torneo. “Al final siempre hay que creer en uno mismo. Sé que cuando llego al circuito, si trabajo de la manera correcta, tengo la posibilidad de luchar por la victoria o por el podio", sentenció el italiano.
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