Justo de esto quiero contarles hoy. ¿Alguna vez han mirado a alguien con tanto deseo que sentían que sus pupilas iban a estallar? Toda esa intensidad concentrada en la órbita de los ojos como si nada más importara. Fácilmente el cuerpo puede llenarse de escalofríos y humedad con una mirada así. Mucho más intenso se torna todo cuando se nota la reciprocidad de la mirada. Son, entonces, cuatro pupilas estallando al mismo tiempo sin saber qué mirar, sus ojos, sus labios, su cuerpo, buscando privacidad si no la tienen, y generalmente, riendo al mismo tiempo por el exceso de complicidad que se tiene que desbordar por algún lado.
Pero también existen miradas perdidas, nostálgicas aún en los momentos de pasión. Miradas de decepción por no poder conectarnos con el deseo y soltar la rabia o la tristeza que traíamos. Esas miradas desconectan y enfrían los cuerpos de ambos. Por eso, no podemos perder de vista las miradas eróticas: un tipo de mirada que transmite la fuerza del deseo y que es capaz de erotizar sin necesidad de roce alguno. Practiquen para que esas miradas que erizan la piel formen parte de la historia de amor de ustedes.
¿Nunca las han tenido o se perdieron hace tiempo? Entonces hoy les diré cómo lograrlas:
(1) Sitúate frente a un espejo y practica la expresión de tu mirada con diferentes emociones. Primero transmítete rabia, luego tristeza y luego alegría. Nota tu capacidad de transmitir con la mirada. No desistas hasta lograrlo.
(2) Pídele a tu pareja que te acompañe con un ejercicio: cada uno va a escribir en un papel una frase que están pensando sobre la otra persona, doblarán el papel y, por turnos, tratarán de transmitirle ese mensaje sólo con la mirada. Puede ser algo gracioso, molesto o hasta triste. Luego dirán lo que creen que su pareja les está transmitiendo con la mirada y compararán la respuesta con el papel. Este ejercicio pueden realizarlo durante varios días para irse entrenando en la comunicación no verbal.
(3) Recuerda con los ojos cerrados un momento muy erótico que hayas tenido, con tu pareja actual u otra, y después de dedicarle un minuto entero a ese recuerdo, mírate de inmediato en un espejo. Analiza tu mirada de excitación.
(4) Busca el próximo momento en donde sientas deseo por tu pareja y transmíteselo sólo con la mirada. Fíjate en la mirada de tu pareja también, ¿notas intensidad?
Este tipo de miradas ayudan a mantener la llama de la pasión encendida y son una manera gratuita de encenderse. Está en las manos de ustedes lograrlo, así que mi sugerencia es que lo entrenen con verdadero interés. De hecho, estas palabras podrían leerlas juntos para colocarle mayor intención a las actividades sugeridas.
Finalmente, les recuerdo que si no logran rescatar la pasión dentro de la relación, los psicólogos-sexólogos podemos guiarlos en este proceso, así que no duden en contactarnos en @clinipareja para mayor información sobre nuestras consultas.
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