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'Gasolina con sabor a café' acompaña desde el chat en las colas

En este original emprendimiento comunicacional Luis y Francisco Espinoza ofrecen información veraz y el mejor mokachino de Caracas

  • Diario El Universal

22/01/2021 07:00 am

MARITZA JIMÉNEZ

“Gasolina con sabor a café” sonará raro, pero es uno de los chats más exitosos en las colas que diariamente se hacen en la ciudad en búsqueda del combustible, y un ejemplo de originalidad en materia de emprendimientos familiares. Desde ahí, sus fundadores, Luis y Francisco Espinoza, mantienen informados a sus cada vez más numerosos usuarios y les brindan la opción de disfrutar de su famoso mokachino. 

La historia comenzó con Luis, un profesor de Física y Matemática del Pedagógico de Caracas que hace 23 años decidió buscar alternativas económicas en la venta ambulante de jugos y café en la calle en la zona de Sarria, San Bernardino y Parque Central. 

Con el problema de la gasolina, empezó a llevar su café a las colas, y la gente le preguntaba por la situación en las estaciones de servicio por las que pasaba en su recorrido. 

Consciente de que la amabilidad “también una estrategia de marketing”, dice, les respondía: “Tranquilo, no se desespere”, invitándolos a comprar un café. 

“Te tengo dos noticias”, comentaba con picardía este caraqueño de 57 años: “Si te digo la buena, me tienes que comprar un café. La mala es que se acabó la gasolina”, comentaba. “¿Y la buena?, me preguntaban. “Que ya está llegando otra gandola”, respondía. 
 
En 45 minutos, recorría las estaciones de Sarría, Anauco, Plaza Estrella y Parque Central. 

“¿Por qué no hacemos un grupo en WhatsApp donde puedas informar a todos?”, le propuso entonces su tercer hijo, Francisco, un joven de 21 años ingeniero en informática por el Colegio Universitario. Y fue su mamá quien se encargó de ponerle nombre. Así nació “Gasolina con sabor a café”. 

Emprendimiento comunicacional

En tiempo récord, completaron los 257 usuarios que, como máximo, acepta WhatsApp, viéndose obligados a abrir “Gasolina La Estrella”. Hoy, ambos grupos sobrepasan los 300 participantes, muchos de los cuales fungen como corresponsables o reporteros del chat, ayudando a los Espinoza a mantener al día a su clientela sobre un mayor espectro de estaciones de servicio y algo más que las noticias de las colas.

“Tenemos 370 usuarios en total. En principio pensamos quedarnos con los 257 iniciales, pero la gente seguía pidiéndonos, y decidimos abrir el segundo, en el que nada más el primer día ya teníamos 35 personas”, comenta Francisco.

El chat se ha convertido en un verdadero emprendimiento comunicacional, que hoy cubre prácticamente toda el área metropolitana, gracias a los usuarios que surten información sobre Avilago, Quinta Crespo, Puente Hierro, La Pastora, Prado de María, Puente Hierro, las internacionales, y hasta de Maracay reciben noticias. “Las más populares son Anauco y La Estrella”, acota Luis. 
 
A diferencia de otros chats similares, su servicio es completamente gratuito. Desde las 7 am hasta las 7 pm, informan sobre la situación en las colas, número de vehículos, placas que están atendiendo, horario de apertura de las estaciones o llegada de las gandolas, y antes de cerrar, hacen un resumen. 

Pero también ofrecen otros servicios, como explica Luis Espinosa:

“Al principio, solo dábamos información sólo sobre la gasolina, que era lo que le importaba a la gente. Pero luego, también con la colaboración de los mismos participantes, empezamos a incorporar el resumen de noticias, y secciones de salud, ortografía, sucesos de importancia en la ciudad, y comentarios positivos para ayudar a la gente a manejar mejor las horas de espera”. 
 
“Nosotros no tenemos carro”, añade Francisco, “pero sí nos tocó hacer las colas cuando el desabastecimiento de la comida, y también vivimos la angustia de no saber si los alimentos iban a llegar o no, de no estar al tanto de lo que pasaba. Sabemos lo que es perder una cola, que cuando ya estés llegando te digan ‘se acabó’. Por eso es que damos la información tan responsablemente”.



Información veraz y calidad 

En efecto, al estilo del mejor medio de comunicación, son muy cuidadosos con la veracidad de las noticias, porque entienden que la credibilidad de sus usuarios es vital. “En una ocasión, en otro chat dijeron que no iba a llegar la gasolina a La Estrella. Nosotros dijimos que sí. Todo el mundo se iba entonces de la cola, menos los integrantes de nuestro chat, y al final la gandola llegó. Le tumbamos la información a otros grupos, como dicen ustedes los periodistas”, bromea Luis, insistiendo en el resultado de tener buenos fuentes confiables en las estaciones. 

Igualmente son cuidadosos con el respeto que debe privar entre los asociados del chat. Por eso, no permiten alusiones políticas ni comentarios ofensivos. “Humor sí –dice-, pero sin groserías. Cuando eso ocurre, borramos el mensaje, y si reinciden, bloqueamos al responsable”. 

También advierten a la gente sobre cómo cuidarse de los estafadores de oficio en las colas, aunque se escapa de su control la viveza de aquellos que, una vez que han salido de una cola, piden información para irse a otra a volver a llenar, los que revenden, los que venden puestos, o los que engañan con falsas ofertas sobre todo a las mujeres. 

“Una cosa que denunciamos bastante es al cafesero que roba, porque eso nos raya a todos”, enfatizan.

Luis se confiesa “adicto” de la educación, y sus cuatro hijos son ejemplo: un ingeniero de sistemas, otro técnico en informática, y Francisco, ingeniero en informática. Hace tres años recibió el regalo de una niña, Flor de Lis, que ya demuestra sus dotes en la comunicación digital. “Dios me ha bendecido con mis hijos”, confiesa emocionado. 

A sus 57 años, el uso de los mensajes orales que transmite a diario le ha despertado el interés por la locución, y está abierto a ofertas para abrir un programa de radio donde atender un espectro mayor en la tarea que con su hijo ha iniciado. 
 
En esta labor, ambos cuentan con la asesoría de José A. Lamatina en el marketing, y tienen además un diseñador de vestuario y un taller donde elaboran los productos que ofrecen en venta, como, aparte de su famoso mokachino, brownies, tortas, naiboa y pizzas en diversos sabores.

“Lo otro que cuidamos mucho es la calidad de nuestros productos”, continúan explicando: 

“En toda gasolinera hay un cafesero que también ofrece tostones, chucherías, helados. Entonces, ¿qué hicimos nosotros? Mejorar la calidad de lo que teníamos. Primero, el café. Le estás vendiendo a personas que tienen un cierto poder adquisitivo, puesto que tienen un carro. Entonces tienes que esmerarte, como hicimos con el mokachino. Realizamos muchas pruebas de sabor, de espesor, de color, hasta que llegamos a un punto justo que a la gente le gustó tanto, que desde hace cuatro meses no nos piden café sino “mokachino grande”, confiesa Francisco. 
 
En cuanto a la reciente disputa entre WhatsApp y Telegram, el joven ingeniero no se siente afectado. Sin perder tiempo abrió otro grupo en este último, para aquellos usuarios que optaron por la migración al nuevo sistema. 

Para quienes quieran ser parte del chat de WhatsApp, pueden ingresar haciendo Click Aquí.
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