MARISOL DECARLI R.

"Tener confianza en Dios y en sí mismo, poseer una voluntad guerrera y no dejar que a uno lo minimicen" son algunas premisas de la artista plástica Nelly Toro para vencer los retos que le ha impuesto la vida. Esta merideña de pura cepa nació sin los dos miembros superiores, lo que no ha sido obstáculo para consagrarse como pintora. Desde hace 30 años pertenece a la Asociación Mundial de Pintores de Boca y Pie, cuya sede queda en Europa y que posee una oficina administrativa en Barquisimeto.

Opina que "no debemos sentir vergüenza jamás, Dios le da a uno esta condición para aprender y enseñar. Nacemos así para dar el ejemplo, no para dar lastima ni para pedir limosna. No debemos permitir que nos minimicen ni sentirnos menos que los demás".

Desde niña le gustaba el arte y la pintura. Fue su madre quien le enseñó a leer y escribir. "Me deleitaba con los dibujos y colores. Empezó a bocetear desde corta edad".

Foto: Andrés Torres

Una amiga le recomendó a la asociación de pintores de boca y pie, a quienes escribió una carta y ellos le expidieron un contrato que lleva 3 décadas, lapso que tiene viviendo en Caracas, tras dejar su terruño Santo Domingo en el páramo. Agradece a su familia el apoyo que le han brindado. Dice tener dos "hijos putativos" que son sobrinos suyos. 

Tiene una pareja, con quien mantiene una feliz relación desde hace 17 años. "Soy totalmente independiente, me movilizo en el Metro, viajo sola, hago de todo".

Su experiencia con la organización que congrega a los pintores de boca y pie le ha brindado grandes satisfacciones; la considera su otra familia. Con ellos ha participado en congresos, exposiciones, intercambios. La asociación es privada y agrupa a 500 mil miembros del orbe. De Venezuela solo hay 7. "En el país no se celebran exposiciones de estos artistas pues no hay unión para exponer.