Hablar en torno al doctor José Gregorio Hernández, es traer a la memoria sus virtudes heroicas y su profundo sentido de humanidad, que lo guiaron no solo a brindar grandes aportes en la medicina venezolana, sino que además lo llevaron a ocupar un lugar especial en el corazón de cada venezolano.
Una primera luz en el camino de la santidad, tuvo lugar en 1949, cuando Monseñor Lucas Guillermo Castillo, arzobispo de Caracas, inició el proceso para santificar al médico de los pobres.
Posteriormente el 16 de enero de 1986, la iglesia católica recibe del Papa San Juan Pablo Segundo; la alegría de poder llamar al doctor Hernández, con el título de “venerable”, mediante decreto de solemnidad por las características teológicas, humanistas y de ciencia que lo definieron en vida y la trascendencia espiritual, extendiéndose así su devoción entre los fieles.
Un largo Camino
El 16 de diciembre de 2018, un aire fresco empezó a correr en torno a la causa, luego que monseñor Alfredo Torres, obispo de la diócesis de San Fernando de Apure, expresara que en esa ciudad llanera podría estar el milagro que tanta falta hacía.
Tras recolectar los estudios, en enero de 2019, el cardenal Porras fue el encargado de entregar a monseñor Giácomo Pappalardo, las pruebas que hacen referencia al hecho milagroso.
Luego de un año, la iglesia venezolana celebra el comienzo de este 2020, cuando Monseñor Tulio Ramírez, anunció la fase médica había sido aprobada con éxito, lo que acerca cada vez más a los altares al Siervo de Dios.
¿Que hacer ante tal noticia?
De acuerdo con monseñor Ramírez, este paso, “Es importante pero no el definitivo”, destacó. Aún hay dos filtros más por superar: la Evaluación Teológica y la Plenaria de Cardenales y Obispos que se espera se realicen en los próximos meses.
Después la causa pasaría a manos del Papa Francisco para nombrarlo Beato. “Por lo que es muy importante que los venezolanos sigamos orando”.
Invitó a los fieles a participar en la próxima ruta en torno al proceso de Beatificación, que se realizará el 4 de abril, dijo que habrá indulgencia para quienes participen en ella.
Una primera luz en el camino de la santidad, tuvo lugar en 1949, cuando Monseñor Lucas Guillermo Castillo, arzobispo de Caracas, inició el proceso para santificar al médico de los pobres.
Posteriormente el 16 de enero de 1986, la iglesia católica recibe del Papa San Juan Pablo Segundo; la alegría de poder llamar al doctor Hernández, con el título de “venerable”, mediante decreto de solemnidad por las características teológicas, humanistas y de ciencia que lo definieron en vida y la trascendencia espiritual, extendiéndose así su devoción entre los fieles.
Un largo Camino
El 16 de diciembre de 2018, un aire fresco empezó a correr en torno a la causa, luego que monseñor Alfredo Torres, obispo de la diócesis de San Fernando de Apure, expresara que en esa ciudad llanera podría estar el milagro que tanta falta hacía.
Tras recolectar los estudios, en enero de 2019, el cardenal Porras fue el encargado de entregar a monseñor Giácomo Pappalardo, las pruebas que hacen referencia al hecho milagroso.
Luego de un año, la iglesia venezolana celebra el comienzo de este 2020, cuando Monseñor Tulio Ramírez, anunció la fase médica había sido aprobada con éxito, lo que acerca cada vez más a los altares al Siervo de Dios.
¿Que hacer ante tal noticia?
De acuerdo con monseñor Ramírez, este paso, “Es importante pero no el definitivo”, destacó. Aún hay dos filtros más por superar: la Evaluación Teológica y la Plenaria de Cardenales y Obispos que se espera se realicen en los próximos meses.
Después la causa pasaría a manos del Papa Francisco para nombrarlo Beato. “Por lo que es muy importante que los venezolanos sigamos orando”.
Invitó a los fieles a participar en la próxima ruta en torno al proceso de Beatificación, que se realizará el 4 de abril, dijo que habrá indulgencia para quienes participen en ella.
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