Tiene 26 años y desde hace dos está en Santiago de Chile cumpliendo sueños, aprendiendo el valor del trabajo duro y saboreando ese dulzor que deja la recompensa tras un gran esfuerzo.
Conoce otras historias como esta en http://codigom.com/ y deja allí tus comentario.
Una vez titulado en Comunicación Social, Franklin Rivero trabajó en la Corporación Eléctrica venezolana, que es una empresa del Estado, y allí experimentó los tentáculos de la censura corporativa. “Eso me decepcionó mucho y ahí me di cuenta que no tendría futuro”, explica.
En su país tampoco podía profesionalizar su hobbie: La Salsa. “No tenía ningún tipo de oportunidades, era complicado todo. Además, ya no se organizaban master class, ni tampoco era factible salir con frecuencia a participar en congresos. Todo era muy complicado”, recuerda.
Así, decidió con un grupo de amigos salir del país a buscar un nuevo futuro. Y así, de a poco, ha ido cumpliendo sueños.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones