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Padre Víctor Salomón recomienda a todo católico “practicar el discernimiento”

El presbítero destaca que en Custodes Vitae “podemos trabajar con personas de otras confesiones cristianas o incluso de otras religiones o ateos” en defensa de la vida

  • MARIÁNGELA LANDO BIORD

21/07/2019 05:30 am

La oración, el discernimiento y el seguimiento de un Plan de Vida deberían formar parte de la vida espiritual de todo católico practicante, explica el sacerdote Víctor Salomón.

Asegura que en la asociación Custodes Vitae o “custodios de la vida”, de la cual forma parte, “cualquier persona que considere, bien sea por sus creencias o simplemente por el dato científico, que la vida comienza desde el momento de la concepción y debe ser respetada hasta la muerte natural, ya forma parte de nosotros”.

El padre Salomón destaca que en Custodes Vitae “podemos trabajar con personas de otras confesiones cristianas o incluso de otras religiones o ateos” en defensa de la vida. 



Discernimiento para la vida

El padre Salomón promueve el discernimiento espiritual como ruta para una vida católica plena. 

“San Ignacio de Loyola se dio cuenta en su propio proceso espiritual que era importante no solamente tomar en cuenta el pensamiento sino también el cómo uno siente”, señala.

“Esta es una disciplina que aunque tenemos desde hace muchos años, es muy poco conocida en el ámbito católico, y es fundamental. Si uno sabe y experimenta que está haciendo la voluntad de Dios, aunque las circunstancias sean difíciles, uno vive en paz y hasta en alegría incluso en medio de las dificultades”, destaca el sacerdote.

 “Para San Ignacio el punto fundamental es poder analizar lo que uno siente, la consolación y la desolación", menciona.

“Consolación significa con sol, con solaz, cuando el sol está a mediodía. En ese momento todo es muy claro, uno se siente alegre, con esperanzas, con fe, con ánimo de hacer las cosas, en paz. Esa es la consolación, como un sol al mediodía”, describe.

“El estar consolado es nuestro estado natural, es como Dios quiere que nosotros vivamos de ordinario”, añade.

“Lo contrario a la consolación es la desolación. La desolación es sentir tristeza, desánimo, desconfianza, falta de fe, de amor, de paz”, acota.

“Para San Ignacio es muy importante discernir, porque cuando estamos cumpliendo la voluntad de Dios puede ser en unas circunstancias difíciles, pero uno lo hace con alegría, en paz, confiado”, destaca.

“Lo previo al discernimiento es llevar una vida cristiana, y eso está resumido en el Catecismo de la Iglesia católica”, resalta el clérigo.

“Un católico no debe discernir si Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo; cuántos sacramentos hay, qué es el matrimonio o qué es la oración”, asegura. “No hay que discernir el quinto mandamiento en el sentido de que por ejemplo el aborto es malo porque es matar a un inocente”, explica.

“El discernimiento es evaluar su propia vida, sabiendo que el plan de Dios para uno es que uno viva en consolación y que la desolación puede darse porque uno no está viviendo esa parte espiritual”, acota.

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El Plan Personal de Vida

Junto con el discernimiento, el Plan Personal de Vida es muy poco conocido incluso dentro del propio ámbito católico, menciona Salomón. 

“Para San Ignacio todos deberíamos usar el discernimiento para los modos de decidir, para las tomas de decisiones, desde las más simples hasta las más complejas o relevantes”, dice. 

Explica que San Ignacio hablaba de tres formas de toma de decisiones: “el método de la revelación divina extraordinaria, el método de la evaluación de los sentimientos y el método del razonamiento por medio de pros y contras, que era su favorito”.

“Toda decisión importante debería ser sometida al discernimiento por pros y contras, al menos por 15 días. Esto lleva a una evaluación cualitativa de las opciones, sus ventajas y sus desventajas”, resalta.

“Toda esta enseñanza de San Ignacio de Loyola del discernimiento está enmarcada en los Ejercicios Espirituales”, asegura el padre Salomón, quien menciona que el fundador de la Compañía de Jesús recomendaba retiros de 30 días de duración durante los que se enseñaba a la gente a orar, y meditar la palabra de Dios. Después de escuchar a Dios y a su palabra “uno eleva el alma y hace oración”, acota.

“Es importante hacer oración, por supuesto, pero una cosa es la oración y otra cosa es el discernimiento, porque en el discernimiento y en la toma de decisiones básicamente se trata de aplicar el don, el regalo que ya Dios nos dio, que es nuestra razón, a la realidad y a las circunstancias que estamos viviendo”, comenta el presbítero.

“Vivir una vida cristiana incluye las dimensiones humana, espiritual, pastoral e intelectual, que son todas las partes importantes que nosotros tenemos que trabajar en nuestra vida para ser personas integrales a nivel humano-espiritual”, resalta Salomón.

“El papa Francisco es jesuita, de la familia de San Ignacio de Loyola. Y yo pienso que Dios nos regaló un jesuita como Papa, además de por todas las cosas buenas que está haciendo, para retomar como Iglesia este tema del discernimiento espiritual”, agregó.

El presbítero es también creador de www.defiendelavida.org y presenta por EWTN el programa De dos en dos, un guía para la vida cristiana.

 De dos en dos lo transmiten en EWTN los lunes en la señal internacional y los martes en la señal en Estados Unidos cuatro veces al día cada uno de esos días, y se puede ver también en Internet.


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