Diablos Danzantes, un baile contra el mal
Una tradición de 270 años de historia, que perdura en el corazón de Yare
En el marco de la celebración
religiosa, conocida por muchos
como la fiesta del Corpus Christi,
propiamente celebrada en la
Iglesia católica. A través de esta
fiesta litúrgica, de acuerdo al papa Urbano V, la Iglesia exalta
y celebra, la presencia real
de Jesús, quien está presente
en el pan consagrado, conocido
como el santísimo sacramento.
En Venezuela, desde el pasado miércoles 19, las 11 cofradías de los Diablos Danzantes, que hacen vida en varios estados del país, siguiendo esta tradición rendirán tributo al Santísimo Sacramento, con sus bailes, sus máscaras y coloridos trajes.
El bien sobre el mal
Siguiendo una tradición centenaria, Los Diablos Danzantes de Yare, pertenecientes al estado Miranda, desde 1749. Cada jueves de Corpus, cientos de hombres vestidos con máscaras de diablos, en compañía de las mujeres, se agolpan hasta las puertas del templo, “para rendir homenaje al creador, por sus infinitas bendiciones”.
Expresó Jimmy Ledezma, quien desde pequeño asiste a la celebración. Cabe destacar que esta festividad, en el año 2012, luego de una exhaustiva investigación, fue declarada Patrimonio Intangible de humanidad por la Unesco, quien determinó la trascendencia de esta singular fiesta.
Este 2019 esta manifestación de fe, cumple 270 años de historia, dicha tradición remonta la época colonial, donde de acuerdo a la historia, luego de un año de fuerte sequía, sobre esas tierras, los negros esclavos e indígenas, clamaron al dios de los españoles: pidiéndoles lloviera. Donde posteriormente al cabo de un año, al verse bendecidos con abundantes cosechas, prometieron al “Dios vivo, el Santísimo Sacramento”, cumplir su promesa, convirtiéndose a la fe”.
De acuerdo con Ernesto Herrera, presidente de la cofradía, esta festividad “es una fiesta religiosa, es una fiesta para orar. Es un encuentro de tú a tú con Jesús Eucaristía”, expresó Herrera. En este sentido, instó a la feligresía y visitantes a orar y pedir por la paz de Venezuela. No se trata solo de danzar Esta tradición, al igual que muchas, guarda celosamente una serie de normas y condiciones, las cuales permiten al espectador tener un encuentro que lo lleva desde “lo cultural hasta la fe”. Expresó Julio Rincón.
De acuerdo a Dinorah Cruz, gerente del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) de Venezuela, en una entrevista para AFP, para participar de esta ceremonia, se «requiere preparación física y espiritual de los danzantes, porque el diablo puede aparecer y tienen que estar preparados». De acuerdo a IPC, existen en Venezuela un total de 11 comunidades en todo el país, los cuales tienen una manera diferente de vestirse, de organizarse, de crear sus máscaras, que simbolizan diablos, animales y otras representaciones y hasta en el modo de escoger a los «diablos» de las procesiones, un proceso que dura gran parte del año, explica Cruz.
Para protegerse contra las fuerzas del mal, los diablos, vestidos de colores vivos, usan cruces, escapularios y otros amuletos, y van rezando durante la procesión.
Las máscaras
De acuerdo a Herrera, cada máscara, tiene un significado en particular. Máscara de cuatro cuernos: significan los cuatro puntos cardinales y la santísima cruz, ya que también se la hace reverencia al sagrado madero. Estas son empleadas por el primer capataz de los Diablos Danzantes de Yare.
Máscaras de tres cuernos: son utilizadas por el segundo y el tercer capataz, además de los arreadores. Esto simboliza la Santísima Trinidad y los tres reinos: agua, vegetal y animal. Máscaras de dos cuernos: son empleadas por el resto de los promeseros y significan dualismo y pensamiento: el bien y el mal.
Para este 2019, más de 400 máscaras serán entregadas a los danzantes que participen de la celebración. Así mismo, dentro de la cofradía existen diferentes roles o jerarquías, explicó el director de la cofradía de Yare. Los personajes están integrados por: tres capataces, cinco arreadores, un primer cajero, segundo cajero, (personas encargadas de tocar el tambor que guía el baile), junto a un auxiliar. Integra el grupo una mujer capataz, su asistente, y un segundo asistente para el capataz, el portaestandarte, una madrina y un padrino.
Este año 2.575 personas, vestidos de diablos, rindieron un homenaje a Jesús Eucaristía, en los 47 altares, dispuestos en los diferentes puntos del pueblo.
Homenaje especial
La junta directiva de los Diablos Danzantes, para este 2019, rendirá tributo en vida, a Cruz Alejandro Rivas, quien desde hace más de 70 años participa dentro de la cofradía, desempeñándose actualmente como primer arreador. Rivas, sostiene que le ofreció una promesa al Santísimo Sacramento, en el que pedía la salvación de su hijo, quien fuera de nuestras fronteras, sufrió un grave accidente que atentó contra su integridad, siendo este su motivo de agradecimiento.
En Venezuela, desde el pasado miércoles 19, las 11 cofradías de los Diablos Danzantes, que hacen vida en varios estados del país, siguiendo esta tradición rendirán tributo al Santísimo Sacramento, con sus bailes, sus máscaras y coloridos trajes.
El bien sobre el mal
Siguiendo una tradición centenaria, Los Diablos Danzantes de Yare, pertenecientes al estado Miranda, desde 1749. Cada jueves de Corpus, cientos de hombres vestidos con máscaras de diablos, en compañía de las mujeres, se agolpan hasta las puertas del templo, “para rendir homenaje al creador, por sus infinitas bendiciones”.
Expresó Jimmy Ledezma, quien desde pequeño asiste a la celebración. Cabe destacar que esta festividad, en el año 2012, luego de una exhaustiva investigación, fue declarada Patrimonio Intangible de humanidad por la Unesco, quien determinó la trascendencia de esta singular fiesta.
Este 2019 esta manifestación de fe, cumple 270 años de historia, dicha tradición remonta la época colonial, donde de acuerdo a la historia, luego de un año de fuerte sequía, sobre esas tierras, los negros esclavos e indígenas, clamaron al dios de los españoles: pidiéndoles lloviera. Donde posteriormente al cabo de un año, al verse bendecidos con abundantes cosechas, prometieron al “Dios vivo, el Santísimo Sacramento”, cumplir su promesa, convirtiéndose a la fe”.
De acuerdo con Ernesto Herrera, presidente de la cofradía, esta festividad “es una fiesta religiosa, es una fiesta para orar. Es un encuentro de tú a tú con Jesús Eucaristía”, expresó Herrera. En este sentido, instó a la feligresía y visitantes a orar y pedir por la paz de Venezuela. No se trata solo de danzar Esta tradición, al igual que muchas, guarda celosamente una serie de normas y condiciones, las cuales permiten al espectador tener un encuentro que lo lleva desde “lo cultural hasta la fe”. Expresó Julio Rincón.
De acuerdo a Dinorah Cruz, gerente del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) de Venezuela, en una entrevista para AFP, para participar de esta ceremonia, se «requiere preparación física y espiritual de los danzantes, porque el diablo puede aparecer y tienen que estar preparados». De acuerdo a IPC, existen en Venezuela un total de 11 comunidades en todo el país, los cuales tienen una manera diferente de vestirse, de organizarse, de crear sus máscaras, que simbolizan diablos, animales y otras representaciones y hasta en el modo de escoger a los «diablos» de las procesiones, un proceso que dura gran parte del año, explica Cruz.
Para protegerse contra las fuerzas del mal, los diablos, vestidos de colores vivos, usan cruces, escapularios y otros amuletos, y van rezando durante la procesión.
Las máscaras
De acuerdo a Herrera, cada máscara, tiene un significado en particular. Máscara de cuatro cuernos: significan los cuatro puntos cardinales y la santísima cruz, ya que también se la hace reverencia al sagrado madero. Estas son empleadas por el primer capataz de los Diablos Danzantes de Yare.
Máscaras de tres cuernos: son utilizadas por el segundo y el tercer capataz, además de los arreadores. Esto simboliza la Santísima Trinidad y los tres reinos: agua, vegetal y animal. Máscaras de dos cuernos: son empleadas por el resto de los promeseros y significan dualismo y pensamiento: el bien y el mal.
Para este 2019, más de 400 máscaras serán entregadas a los danzantes que participen de la celebración. Así mismo, dentro de la cofradía existen diferentes roles o jerarquías, explicó el director de la cofradía de Yare. Los personajes están integrados por: tres capataces, cinco arreadores, un primer cajero, segundo cajero, (personas encargadas de tocar el tambor que guía el baile), junto a un auxiliar. Integra el grupo una mujer capataz, su asistente, y un segundo asistente para el capataz, el portaestandarte, una madrina y un padrino.
Este año 2.575 personas, vestidos de diablos, rindieron un homenaje a Jesús Eucaristía, en los 47 altares, dispuestos en los diferentes puntos del pueblo.
Homenaje especial
La junta directiva de los Diablos Danzantes, para este 2019, rendirá tributo en vida, a Cruz Alejandro Rivas, quien desde hace más de 70 años participa dentro de la cofradía, desempeñándose actualmente como primer arreador. Rivas, sostiene que le ofreció una promesa al Santísimo Sacramento, en el que pedía la salvación de su hijo, quien fuera de nuestras fronteras, sufrió un grave accidente que atentó contra su integridad, siendo este su motivo de agradecimiento.
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