El estado de deterioro que presentan algunas edificaciones icónicas de Caracas, ha puesto en alerta a los ciudadanos, quienes aseguran, se han visto afectados por el descuido y abandono de su infraestructura por parte de los organismos encargados del patrimonio urbano.
Una de las obras de la ciudad que anteriormente eran el reflejo de la Caracas moderna son las torres del Centro Simón Bolívar, ubicados en El Silencio, y que actualmente se encuentran en condiciones precarias, denuncian los vecinos.
Desde ventanas rotas, las cuales dejan a la vista el abandono de sus oficinas, que ahora son ocupadas por escombros y aparatos electrónicos descompuestos; hasta una notoria cantidad de maleza que crece de las paredes, evidencian el descuido por parte de las autoridades, de esta obra arquitectónica. Allí se encuentran sedes de varios ministerios y oficinas públicas, según informó Mario Rodríguez, propietario de un local comercial del
lugar.
El comerciante señaló que las autoridades "deberían poner mayor cuidado a estas torres, en comparación con otros edificios", los cuales, a su juicio, "no tienen tanto valor".
Describió que esta obra, inaugurada en el año 1954, durante el mandato de Marcos Pérez Jiménez, "está ubicada en una zona que tiene valor histórico indiscutible, además comparten su estructura con la sede principal del Consejo Nacional Electoral".
Rodríguez aseguró que los comerciantes también han sido afectados por la falta de mantenimiento en los espacios. "Debido a que no hay vigilancia, tanto los transeúntes como los comerciantes e indigentes hacen sus necesidades en cualquier rincón, por lo cual, los mismos trabajadores y dueños de locales, hemos tenido que limpiar el área para poder trabajar", acotó.
Uno de los aspectos más atractivos de esta obra, es su plaza subterránea, ubicada debajo de las dos torres, en la cual fueron instalados más de 200 locales comerciales. Sin embargo, estos espacios están casi desiertos. Olores fétidos, falta de iluminación y una alarmante inseguridad, hacen del tránsito por el lugar "una travesía muy arriesgada", expresó Moraima Medina.
Señaló que "hay una gran cantidad de comercios cerrados, lo que ha hecho que se pierda el atractivo del lugar. Además el terminal de autobuses Río Tuy, también está muy abandonado".
Trabajadores del Ministerio del Trabajo informaron que varias oficinas pertenecientes al ministerio "siguen inactivas, tras la reubicación de los damnificados que las ocuparon por varios años". Además, se quejaron del mal estado del estacionamiento subterráneo. "No hay iluminación y no se les hace mantenimiento, además los trabajadores han sido víctimas del hampa", dijeron.
Afirmaron que, debido a las condiciones del estacionamiento "muchos trabajadores y comerciantes se han visto obligados a estacionarse en la plaza, lo cual está prohibido".
Habitantes del conjunto residencial de Parque Central también se quejaron de las condiciones que presentan algunas áreas de este icono de la ciudad.
Según informaron, varios niveles del estacionamiento están abandonados. "Hay botes de aguas negras, están llenos de escombros y no hay iluminación". Aseguraron que, en la plaza comercial, ubicada en los niveles bajos de los edificios residenciales, "la inseguridad ha hecho de las suyas".
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