Entorno Urbano
Ciudad y electricidad
La mayor parte de las ciudades en la actualidad no están preparadas para funcionar sin el servicio de energía eléctrica
Hay referencias y observaciones de fenómenos eléctricos desde lo que denominamos la antigüedad, civilizaciones como la griega o la egipcia lo registraron; entre los siglos XVII y XVIII se inició el estudio formal de la electricidad y en el siglo XIX comenzó su uso doméstico e industrial.
El desarrollo del siglo XX está entramado con la electricidad y el avance tecnológico disponible en el siglo XXI ha dependido de ella en gran medida.
La energía eléctrica se genera de distintas formas: nuclear, térmica, solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, etc. Es versátil y se transforma en diversas aplicaciones, puede ser luz, puede ser calor, puede ser movimiento, puede ser transmisión de información.
La cantidad de actividades urbanas y rurales que requieren de este servicio es tan grande, que se ha planteado que el acceso a la energía debe ser considerado un derecho humano. Casi el 90% de la población mundial tiene acceso a la electricidad, aumentar ese número es una meta para los que promueven el desarrollo y el bienestar.
Se ha comprobado que la disponibilidad de los servicios básicos -entre los que se cuenta la energía eléctrica- no sólo influye directamente sobre la calidad de vida de la población, sino en la productividad de cualquier asentamiento humano. Las ciudades son centros de actividad social y económica, son ejes de desarrollo, para funcionar adecuadamente, para crecer y brindar los beneficios que son su razón de ser necesitan insumos, la electricidad es uno de ellos.
Existen quienes prestan el servicio y existen quienes utilizan el servicio a nivel industrial y doméstico. Hay instituciones y personas en todas las fases, hay responsabilidades en todas las partes. El usuario debe ser cuidadoso con la forma en que utiliza el servicio, tanto desde el punto de vista de evitar riesgos, como desde el punto de vista del uso racional de la electricidad. El prestador del servicio es responsable por la generación, la distribución y la comercialización entre otros aspectos, su eficiencia y su mantenimiento. Entre todos circula la energía para la ciudad, los prestadores del servicio son los responsables principales de que esa circulación sea efectiva. Previsiones para la respuesta ante eventos catastróficos que impliquen la suspensión del servicio es parte de una buena gestión, la efectividad en la restitución del mismo dependerá de las circunstancias, la capacidad y la disposición de los responsables.
La mayor parte de las ciudades en la actualidad no están preparadas para funcionar sin el servicio de energía eléctrica más allá del corto plazo de una emergencia. No deberían tener que hacerlo.
María Eugenia Clavier
Universidad Metropolitana
Coordinación Diseño Urbano
mdu@unimet.edu.ve
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