Entorno Urbano
CALIDAD DE AGUA: TIEMPO Y ESPACIO EN LA CIUDAD
Patricia Ramos de la Unimet , afirma en su artículo que "para garantizar la calidad del agua potable, aun cuando el centro de atención es el líquido y sus tratamientos".
Patricia Ramos C.
Es consabido que el acceso al agua potable previene enfermedades de origen hídrico, es vital para asimilar los nutrientes de la alimentación, y apuntala la higiene. También, cuando el acceso al agua potable está garantizado, se maximiza la autonomía de decisión de las personas, especialmente de las mujeres, sobre su tiempo y sus actividades. Para garantizar la calidad del agua potable, aun cuando el centro de atención es el líquido y sus tratamientos, los enfoques emergentes giran alrededor de la Calidad de los Ambientes Acuáticos. Partiendo de los posibles usos intencionales de los recursos hídricos, se determina la necesidad de acciones de prevención, mitigación, rehabilitación o restauración de los ecosistemas del cuerpo de agua que se analiza; sea fluvial, lacustre, marino o costero. Para producir agua potable el enfoque de Calidad del Ambiente Acuático suele acompañarse del Criterio Multibarrera de Protección.
Desde el siglo pasado en Venezuela se vislumbraron elementos de este enfoque con la creación de las áreas protegidas, esencialmente las asociadas a cuerpos de agua y sus cuencas productoras. La actual tendencia da la razón a las actuaciones de entonces y le otorga un nuevo impulso, porque el abordaje de la Calidad de los Ambientes Acuáticos está en concordancia total con el Enfoque de Derechos sobre el acceso al agua, toda vez que los beneficios del suministro de agua potable solo son plenos cuando se asocian indisolublemente a la disponibilidad de duchas y retretes aceptables higiénica y culturalmente, así como al tratamiento y disposición final segura de las aguas residuales generadas.
Así, el abastecimiento de agua potable y el saneamiento sanitario son dos fases de una misma necesidad (visto desde la persona) o de un mismo proceso metabólico urbano (visto desde la ecología y la ciudad), por tanto, siempre deben co-existir ambos tipos de infraestructura. Todo esto evidencia que las áreas protegidas se integran cada día a marcos más amplios de planificación.
En ese orden, al abordar la calidad del agua desde los ambientes acuáticos se remite al entorno físico de toda la cuenca e incluye sus asentamientos humanos, pueblos y ciudades. Aquí, el enlace o eslabón entre la calidad de agua y el espacio urbano, por derivación, el espacio público como parques lineales, frentes de agua y senderos verdes a los que da lugar.
Cuando se tiene agua potable, además de la alimentación, la higiene y la salud, se conquista tiempo. Cuando se tiene un entorno acuático de calidad se conquista espacio. Tiempo y Espacio para el Desarrollo Humano. Un reto de equilibrio entre arquitectura, urbanismo e ingeniería sanitaria.
Patricia Ramos C.
Universidad Metropolitana
Coordinación Diseño Urbano
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