Hace cuatro años Teresa Barrera perdió el equilibrio cuando estaba en su casa y todo el peso de su cuerpo cayó sobre su fémur izquierdo, que se fracturó.De inmediato fue sometida a una intervención quirúrgica en el hospital Periférico de Pariata, en Vargas, pero lamentablemente el clavo que le colocaron se le reventó y ahora necesita de una nueva operación.
Se siente desesperada y por las noches suele llorar producto de su preocupación pues teme perder la pierna.
"Se lo digo a mi esposo que me da miedo quedarme sin mi pierna solo por no conseguir un extractor de clavo, que es lo se necesita para poder hacerme la nueva operación".
Explica que desde hace dos años ha tramitado ayuda en la Fundación Vargas Salud, perteneciente a la Gobernación de Vargas, pero no ha obtenido respuestas. "Soy miliciana y siempre me ha gustado estar activa. Además, tengo siete hijos y no quiero quedarme así".
"Lo que pasó con mi pierna solo puede ser corregido con cirugía, ya que se debe implantar un dispositivo en el hueso quebrado con el fin de mantenerlo alineado durante la cicatrización, pero para poder proceder es necesario el extractor para sacar el clavo de una operación anterior que se partió".
Barrera, quien vive en La Esperanza, en Catia la Mar, siente que ya no tiene las mismas fuerzas que antes.
"A veces pasa por mi mente el hecho de que así como estoy no tengo ni moral y me duele sentir que soy una carga para mi familia por no poder aportar como yo quisiera".Aun así alienta a quienes estén pasando por una situación similar a seguir adelante y buscar por los medios que sea la ayuda que se necesita.
"El camino no es fácil, pero con el apoyo familiar todo se puede. La esperanza siempre debe estar allí. Por eso debemos continuar aferrados a Dios", afirmó.
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