Lisbeth Añez mejor conocida como “Mamá Lis” lleva acabo una importante tarea en su vida, como es el ayudar a niños con cáncer, desde finales del año 2017 comenzó con esta iniciativa , ya que recibió una llamada donde le solicitaban ayuda y desde ahí conoció por lo que pasan estos niños.
Añez resaltó que está enfocada principalmente con los niños y adolescentes con cáncer. “Mi trabajo consiste en buscar ayuda humanitaria, tanto económica, como para medicinas, ropa e insumos en general, para los pequeños”.
Cuenta que creo un fondo con donaciones de personas que están fuera del país, y con eso logra cubrir parte de los gastos que los niños necesitan, como exámenes de laboratorio, alimentos, transporte y estudios. “Para los estudios trato de hacer campañas por las redes ya que son muy costosos”.
“En estos momentos tengo una campaña a través de la página https://www.gofundme.com, la cual estuvo inoperativa por un mes y medio, ya que la plataforma estaba haciendo una investigación, que suelen hacer cuando las ayudas monetarias son para Venezuela, y ya gracias a Dios me la regresaron y puedo seguir con este programa social”. Lisbeth afirma que ella misma suele hacerles el transporte. “Los llevo, los busco, los traigo, cuando están en alguna necesidad de movilizarse, también voy a los hospitales y los visito, sirvo de apoyo a los padres”.
Por otra parte, Añez expresó su profunda alegría al cumplirle el sueño a varios de los niños que “jamás habían ido al Teleférico de Caracas” y explicó que de eso se trata de hacerlos sonreír y de cumplirles sus sueños, “porque sabemos aunque no queramos que su paso por el suelo terrenal es corto”.
“Ojalá más personas se interesaran en ayudar a estos angelitos, que no tienen culpa, de lo que les está pasando, y a pesar del sufrimiento que están viviendo siempre, tienen algo lindo que decirte, tienen un detalle y hasta una sonrisa”, afirmó. Destacó que ha podido ayudar a conseguir, prótesis de ojo para una pequeña, que necesitaba el donativo.
Además relató que para ella lo más triste y difícil es verlos partir, ya que son unos “luchadores” y se aferran a la vida, como ningún otro ser humano. “Es muy triste ver como la vida se les va, y dejan una enseñanza muy grande en mi”.
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