María Fernández Avendaño
Armando Jesús Tapia de 33 años de edad, tiene una condición de espina bífida, la cual es una enfermedad congénita, que se produce cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman correctamente. Sin embargo, eso no ha sido un obstáculo para cumplir sus metas desde el punto de vista profesional y personal.
Tapia asegura que día tras día lucha por ser alguien en la vida, y recalca que lo que tiene no es una "enfermedad, sino una condición física". Pide que nadie que tenga algún tipo de discapacidad se "sienta menos preciado, y como persona discapacitada debemos enseñar a las personas a respetarnos y dar a conocer porque nacimos así".
"A lo largo de mi vida he recibido muchas ofensas, me han rechazado, me han pisoteado, todo esto desde que estoy en primaria". Por otra parte, en la universidad, "uno que otro estudiante me ha hecho bullying, pero ya no le paro a eso". Aseguró que gracias a su mamá Mercedes de Tapia, ha aprendido a no dejarse "pisotear por nadie".
"Me siento muy contento por los logros que he tenido y por donde estoy estudiando que es en la Universidad Católica Santa Rosa. Allí estudio Comunicación Social y en estos momentos curso el décimo periodo".
Además Armando le agradece al rector de la universidad Carlos Alberto Bully Gómez, quien le otorgó una beca especial, y resaltó que aparte de la beca, le dieron trabajo dentro de la universidad, en el área de la biblioteca.
Tapia destacó que es muy importante el apoyo de sus seres queridos, de su madre y padre Armando Tapia, quienes lo han apoyado a cumplir cada una de las metas que se ha propuesto en la vida.
"Y para los que me leen les digo que no tengan miedo, defiéndanse como puedan, pero siempre con sabiduría", comentó Armando.
mavedano@eluniversla.com
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