Cada 31 de mayo, se celebra el Día Mundial del Loro, siendo la oportunidad perfecta para festejar a estas hermosas y coloridas aves psitácidas, cuya especie también comprende a los periquitos, guacamayas y cacatúas.
Hay muchas amenazas para la población y el bienestar de los loros: la pérdida de hábitat, el cambio climático y el comercio de vida silvestre son algunas de las principales que amenazan a muchas especies de loros alrededor del planeta.
El cielo caraqueño y las guacamayas
Caracas se ha convertido en un santuario de loros y guacamayas, conocidas en otros países como papagayos.
Cada mañana, las guacamayas surcan los cielos de la capital venezolana, sus garridos (nombre del sonido que emiten) son ya conocidos por los habitantes de la gran ciudad, quienes se alegran, e incluso las alimentan cuando estás reposan sus patas sobre las ventanas y balcones de sus casas.
En los últimos años, los caraqueños han aprendido a convivir con estos “payasos voladores”, hasta incluso compartir experiencias y mimos que suelen publicar en las redes sociales, y que han convertido a nuestra principal urbe en la envidia de propios y extranjeros que admiran este don que nos está regalando la naturaleza.
En Venezuela, los indígenas tenían guacamayas como mascotas antes de la colonia. Durante la conquista, los nativos las usaban como animales de alarma: cuando el enemigo se acercaba a un poblado, aun en la noche, las guacamayas delataban a los intrusos con gritos. Eran guardianas.
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