El ronroneo sanador de los gatos terapéuticos en Baruta
Iniciativas / Felinos actúan como un facilitador entre el terapeuta y el paciente. Ceprocan y Petya impulsan procesos de intervenciones asistidas por animales
EL UNIVERSAL
La profunda conexión entre humanos y animales, especialmente con los gatos, posee un valor terapéutico extraordinario para el bienestar emocional y el desarrollo personal. En este ámbito ha surgido una rama innovadora que reconoce el poder inherente de la interacción con las llamadas Intervenciones Asistidas por Animales (IAA), con perros y gatos.
En Caracas, en especial en el municipio Baruta, el Centro de Adopción y Atención Veterinaria Básica (Ceprocan) apoya esta disciplina que radica en la creación de un vínculo especial, un lazo de amor y comprensión mutua que trasciende las barreras comunicativas y ofrece un apoyo emocional profundo.
Esta iniciativa se ha consolidado con el equipo de Petya, Psicología Educativa Terapéutica y Animal, avanzando en impulsar la sanación emocional y el aprendizaje, abriendo caminos hacia el bienestar integral.
Presencia incondicional
El éxito de las IAA no es fortuito, pues se asienta en la capacidad intrínseca de los animales para ofrecer una presencia incondicional y libre de juicios. En el caso específico de los gatos, su naturaleza tranquila y afectuosa los convierte en compañeros ideales para entornos terapéuticos.
Su ronroneo, a menudo asociado con la relajación y la calma, tiene un efecto fisiológico que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Esta particularidad felina facilita un ambiente de seguridad y confort, indispensable para que los individuos se sientan cómodos explorando sus emociones y desarrollando nuevas habilidades. La interacción con un gato puede ser una puerta de entrada a la expresión de sentimientos que, de otra manera, podrían permanecer ocultos.
En Petya son pioneros en el campo de las Intervenciones Asistidas por Animales y ahora invitan a participar en sesiones de terapia psicológica y emocional, donde la conexión con nuestros amigos felinos se convierte en una herramienta valiosa para el bienestar emocional.
Silvana Muriana, fundadora de Petya, quien es licenciada en Psicología Educativa de la Universidad Central de Venezuela, lidera el equipo que avanza en las sesiones, impulsa la interacción directa con gatos y promueve un “ambiente seguro y acogedor para explorar emociones”. Las citas son los martes y jueves en la sede de Ceprocan, en La Tahona.
Es para todos
Más allá de la teoría, la práctica de las IAA con gatos ha demostrado un impacto positivo tangible en la vida de diversas poblaciones. Desde niños con necesidades especiales hasta adultos que enfrentan desafíos emocionales, la presencia felina ha demostrado ser una herramienta valiosa.
Expertos aseguran que “la sencillez de acariciar un gato, el acto de observarlo en su estado de calma o la interacción lúdica, se traduce en una reducción de la ansiedad, una mejora en la comunicación no verbal y un fomento de la interacción social”.
La naturaleza, en su forma más pura a través de un animal, puede ofrecer un camino hacia la sanación y el equilibrio emocional.
Comunicación, comportamiento y naturaleza
La aplicación de la terapia asistida con gatos ha mostrado resultados prometedores, especialmente en el desarrollo infantil. En el caso de niños con autismo, por ejemplo, la presencia tranquila y afectuosa de un gato ofrece un apoyo emocional invaluable. Los gatos, con su comportamiento predecible y su naturaleza menos demandante que otros animales, pueden facilitar la comunicación y la interacción social en un entorno seguro y de baja presión.
Un niño que lucha con la interacción humana puede encontrar en un gato un compañero con el que se siente cómodo estableciendo contacto visual, compartiendo caricias o incluso iniciando juegos sencillos, lo que a su vez puede transferirse a interacciones humanas.
Las sesiones de terapia psicológica y emocional que incorporan gatos no son meramente encuentros recreativos; son intervenciones estructuradas y dirigidas por profesionales. La interacción directa y supervisada con estos felinos se convierte en una herramienta terapéutica poderosa. “Se busca promover el bienestar emocional, reducir la ansiedad y fomentar el desarrollo de habilidades sociales en un entorno que es, por definición, seguro y acogedor”, precisan.
"Los invitamos a participar en nuestras sesiones de terapia psicológica y emocional, donde la conexión con los felinos es valiosa para el bienestar emocional”
SILVANA MURIANA
Directora de Petya
2 jornadas semanales impulsan el bienestar emocional y sirven para reducir la ansiedad.
La profunda conexión entre humanos y animales, especialmente con los gatos, posee un valor terapéutico extraordinario para el bienestar emocional y el desarrollo personal. En este ámbito ha surgido una rama innovadora que reconoce el poder inherente de la interacción con las llamadas Intervenciones Asistidas por Animales (IAA), con perros y gatos.
En Caracas, en especial en el municipio Baruta, el Centro de Adopción y Atención Veterinaria Básica (Ceprocan) apoya esta disciplina que radica en la creación de un vínculo especial, un lazo de amor y comprensión mutua que trasciende las barreras comunicativas y ofrece un apoyo emocional profundo.
Esta iniciativa se ha consolidado con el equipo de Petya, Psicología Educativa Terapéutica y Animal, avanzando en impulsar la sanación emocional y el aprendizaje, abriendo caminos hacia el bienestar integral.
Presencia incondicional
El éxito de las IAA no es fortuito, pues se asienta en la capacidad intrínseca de los animales para ofrecer una presencia incondicional y libre de juicios. En el caso específico de los gatos, su naturaleza tranquila y afectuosa los convierte en compañeros ideales para entornos terapéuticos.
Su ronroneo, a menudo asociado con la relajación y la calma, tiene un efecto fisiológico que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Esta particularidad felina facilita un ambiente de seguridad y confort, indispensable para que los individuos se sientan cómodos explorando sus emociones y desarrollando nuevas habilidades. La interacción con un gato puede ser una puerta de entrada a la expresión de sentimientos que, de otra manera, podrían permanecer ocultos.
En Petya son pioneros en el campo de las Intervenciones Asistidas por Animales y ahora invitan a participar en sesiones de terapia psicológica y emocional, donde la conexión con nuestros amigos felinos se convierte en una herramienta valiosa para el bienestar emocional.
Silvana Muriana, fundadora de Petya, quien es licenciada en Psicología Educativa de la Universidad Central de Venezuela, lidera el equipo que avanza en las sesiones, impulsa la interacción directa con gatos y promueve un “ambiente seguro y acogedor para explorar emociones”. Las citas son los martes y jueves en la sede de Ceprocan, en La Tahona.
Es para todos
Más allá de la teoría, la práctica de las IAA con gatos ha demostrado un impacto positivo tangible en la vida de diversas poblaciones. Desde niños con necesidades especiales hasta adultos que enfrentan desafíos emocionales, la presencia felina ha demostrado ser una herramienta valiosa.
Expertos aseguran que “la sencillez de acariciar un gato, el acto de observarlo en su estado de calma o la interacción lúdica, se traduce en una reducción de la ansiedad, una mejora en la comunicación no verbal y un fomento de la interacción social”.
La naturaleza, en su forma más pura a través de un animal, puede ofrecer un camino hacia la sanación y el equilibrio emocional.
Comunicación, comportamiento y naturaleza
La aplicación de la terapia asistida con gatos ha mostrado resultados prometedores, especialmente en el desarrollo infantil. En el caso de niños con autismo, por ejemplo, la presencia tranquila y afectuosa de un gato ofrece un apoyo emocional invaluable. Los gatos, con su comportamiento predecible y su naturaleza menos demandante que otros animales, pueden facilitar la comunicación y la interacción social en un entorno seguro y de baja presión.
Un niño que lucha con la interacción humana puede encontrar en un gato un compañero con el que se siente cómodo estableciendo contacto visual, compartiendo caricias o incluso iniciando juegos sencillos, lo que a su vez puede transferirse a interacciones humanas.
Las sesiones de terapia psicológica y emocional que incorporan gatos no son meramente encuentros recreativos; son intervenciones estructuradas y dirigidas por profesionales. La interacción directa y supervisada con estos felinos se convierte en una herramienta terapéutica poderosa. “Se busca promover el bienestar emocional, reducir la ansiedad y fomentar el desarrollo de habilidades sociales en un entorno que es, por definición, seguro y acogedor”, precisan.
"Los invitamos a participar en nuestras sesiones de terapia psicológica y emocional, donde la conexión con los felinos es valiosa para el bienestar emocional”
SILVANA MURIANA
Directora de Petya
2 jornadas semanales impulsan el bienestar emocional y sirven para reducir la ansiedad.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones