EL UNIVERSAL
Esta semana se realizaron en toda Venezuela varias Misas de Acción de Gracias por los 70 años del Movimiento Fe y Alegría. En Caracas, la misa se llevó a cabo en el Colegio Fe y Alegría La Rinconada, donde se conmemoraron décadas de esfuerzo y dedicación en pro de la educación y el bienestar de miles de niños, jóvenes y comunidades.

“La misa estuvo presidida por el padre Alfredo Infante, provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, quien inició con unas palabras de aliento, pidiendo a Dios que les dé al movimiento la fuerza para seguir formando corazones como lo hizo su hijo Jesucristo”, destacó el portal de Radio Fe y Alegría Noticias.

Para seguir trabajando
Durante la Liturgia de la Palabra, los participantes reflexionaron sobre el mensaje de amor y servicio que anima a seguir trabajando por un mundo más justo y solidario.

El padre Manuel Aristorena, S.J., exdirector general del Movimiento Fe y Alegría, tomó la palabra para agradecer a todos los presentes “y a todos los que han hecho posible esta celebración y a los que están en la distancia”. Agregó: “sigan siendo luz y esperanza para tantas comunidades en Venezuela y el mundo”.

La celebración en esta misa realizada en Caracas cerró con una bendición solemne, donde se recordó que la misión de Fe y Alegría continúa, al tiempo que los asistentes se despidieron con el himno de la organización, elevando sus voces en un canto de esperanza y unidad.

Con la historia y la misión
En la liturgia se presentaron símbolos que representaron la historia y misión de Fe y Alegría, recordando que cada persona es parte de este gran árbol que ha crecido gracias a la gracia de Dios.

Se ofreció ante el altar una imagen de un árbol que crece y da frutos, representando el Movimiento Fe y Alegría, el cual ha sido alimentado por la gracia de Dios para que tenga vida. Se entregaron los frutos recogidos a lo largo de 70 años y las claves de la perseverancia que mantienen este servicio.

Además se ofreció lo que son como organización, con su diversidad de carismas para el servicio, siendo Escuela, EduComunicación, Capacitación, Universidad, recibiendo su trabajo, esfuerzos, búsquedas y anhelos, todo para la mayor gloria de Dios y el desarrollo humano.

También se entregó el país con sus dolores, alegrías, sueños y frustraciones, con todo lo que hay por hacer, poniéndolo ante Dios para que su gracia los alcance y su Espíritu renueve todas las cosas.