MARISOL DECARLI
Caracas.- Las Carmelitas Descalzas constituyen una orden religiosa católica fundada en el año 1562 en la región de Ávila, España, al noroeste de Madrid. En Venezuela el primer monasterio de esta congregación se creó en Caracas durante la Colonia el primero de octubre de 1725 en la esquina de Carmelitas.
Sin embargo, por un decreto emanado del gobierno de Venezuela el 6 de mayo de 1874 dejó de funcionar esta orden religiosa y tras una larga ausencia de 83 años, el primero de abril de 1957 se inaugura el monasterio Nuestra Señora del Carmen y San José en Los Chorros, Caracas, que hoy abriga a 18 hermanas. La Priora (directora) de la institución es la Madre Ana.
Desde que en 1957 comenzó una nueva etapa para las Carmelitas Descalzas en Venezuela. Hasta ahora han fundado otros monasterios en Mérida, Rubio, San Cristóbal, Trujillo, Barquisimeto, Churgua, Maracaibo y San Felipe.
De estos últimos 61 años la Madre Ana acota que "nuestra historia ha tenido y tiene sentido porque es una vida en obsequio para el otro: Jesús, el Señor, y para los otros: nuestros hermanos. Nuestra tarea vital es caminar hacia el corazón en relación de amistad con Dios, orando por el bien de todos".
La Priora agrega que "las Carmelitas Descalzas somos una orden de vocación contemplativa y procuramos guardar un espacio de silencio y recogimiento dentro de nuestra clausura, no para apartarnos del mundo, sino para introducirnos más profundamente en él".
"Nos dedicamos, además, a confeccionar ornamentos litúrgicos, escapularios, rosarios y manualidades diversas, para nuestro sustento diario. Asimismo, vendemos libros con el mismo fin", señaló la Madre Ana. Explica la religiosa que "nuestra tarea vital es orar por el bien de todos".
Un poco de historia
La fundadora de las Carmelitas Descalzas a nivel mundial fue Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI. Ella reformó la Orden que existía de las Carmelitas y le añadió la palabra descalzas con la intención de volver a los inicios de austeridad: "compromiso de pobreza más oración". Santa Teresa dejó por escrito en su Libro de la Vida todo lo que sus hijas debían conocer y con qué finalidad se juntaban.
Esta congregación hoy en día están por todo el mundo y con el mismo carisma y objetivo, sólo que cada convento tiene sus diferencias, pues son autónomos. La comunidad la forman un grupo de hermanas que no pueden ser más de veintiuno, a excepción de algún convento que necesita más por su magnitud.Hay diversas funciones. La priora que es la Madre de todas y la elige la comunidad, con voto secreto, cada tres años
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