Para la doctora Patrycia Piña, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad Santa María (USM), la educación y la formación de futuros odontólogos venezolanos pasa por aspectos que van más allá de lo técnico y que deben reforzar el sentido humano del trabajo.

Piña ha dedicado su carrera a formar nuevas generaciones de odontólogos inculcándoles no solo las habilidades necesarias para la práctica profesional, sino también los valores éticos y el compromiso con la salud pública que caracterizan esta noble profesión.

Tras un tiempo fuera de las aulas, retoma su carrera como profesora universitaria impartiendo la materia Estomatología Integral del Niño y el Adolescente, que se dicta en el tercer año de la carrera.

Se dice “impulsada por la convicción de que los profesionales del área que tienen la oportunidad de ir a congresos y hacer especializaciones en el exterior, deben contribuir a la formación de las nuevas generaciones”.

"Creo fielmente que somos el impacto que generamos en otros y no hay mejor forma de impactar que desde la educación", afirma.

Íntegros y competentes
Analizando los procesos formativos en su área, cree que en las instituciones educativas la docencia en odontología es una tarea desafiante que requiere un firme compromiso con la formación de profesionales íntegros y competentes.

Explica que en el momento actual del país, desde ciudades como Caracas, se debe impulsar la investigación y el enfoque en el área clínica con “metodologías de enseñanza” para la formación contemporánea.

Explica que no solo se trata de “impartir clases en el aula”, sino que también se trata de “compartir el conocimiento y experiencia con otros profesionales de la odontología a través de conferencias, presentaciones de estudios y herramientas que, en muchos casos, puedan traerse de otros países”.

El objetivo, explica, “es inspirar a las futuras generaciones de odontólogos venezolanos y motivarlos a seguir aprendiendo y perfeccionándose en esta profesión”.

Un punto de partida
La odontología puede ser el comienzo de muchas formas de "impactar en el futuro de la salud en nuestro país”, explica, y para ello “todo lo que se haga desde la educación es esencial”.

De allí parte su pilar fundamental en su rol como formadora: “La carrera es la llave más poderosa para abrir puertas y cambiar realidades", expresa.

Para la doctora Patrycia “una de las cosas más reconfortantes es ver cómo sus estudiantes no solo se forman como profesionales, sino como personas”.

A los futuros odontólogos venezolanos Piña les transmite un mensaje de profundo respeto y admiración por la noble profesión que han elegido: "Ser odontólogo no solo implica brindar atención médica de calidad, sino también contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y promover la salud pública”.

En un país como Venezuela, donde la salud bucal enfrenta diversos desafíos, dice que la labor “es aún más crucial”. El compromiso, explica, debe ir de la mano con la “actualización constante de conocimientos y la búsqueda de la excelencia en la práctica”.

Además apunta que la formación odontológica básica debe incluir el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación.

Objetivo esencial se complementa con la atención
Patrycia Piña estima que la pasión y el compromiso que caracterizan a los docentes de odontología de toda Venezuela demuestran que el camino trazado es el correcto.

Al cerrar otro año académico donde se gradúa una nueva promoción de odontólogos, indica que toda la labor y el compromiso asumido, junto a los aspectos que impulsan otros profesores de la carrera, “están contribuyendo a formar una nueva generación de profesionales de la odontología capaces de enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro más próspero para la salud bucal del país”.

Todo debe encaminarse, explica, a tener, desde las universidades, todas las piezas “para garantizar el acceso a una atención odontológica de calidad para todos los venezolanos”.

La calidad de la atención en la prestación de servicios de salud se define como la atención centrada en las personas, las familias y las comunidades, con niveles óptimos de seguridad, efectividad, oportunidad, eficiencia y acceso equitativo como atributos.


“La carrera es la llave más poderosa para abrir puertas y cambiar realidades", expresa Piña. CORTESÍA