JOHANA RODRÍGUEZ
Los Teques.- Ausencia de agua, falta de gas, averías eléctricas, atracos a mano armada, escasez de unidades de transporte, acumulación de desechos sólidos y mal estado de la vialidad son los principales problemas que agobian a los habitantes de la carretera vieja Caracas-Los Teques.
"En octubre del 2015 fue la última vez que le hicieron un cariñito a esta zona, asfaltaron un tramo de 5 kilómetros que por supuesto ya presenta baches", recordó Mailyn Jaspe, residente del sector El Chorrito.
La vía se ha convertido en un desahogo para quienes buscan escapar de las colas que se registran en la carretera Panamericana, y según el exalcalde de Guaicaipuro Francisco Garcés, por esta vía circulan diariamente 25 mil carros.
Pese a la significativa cifra de usuarios, las fallas de borde e irregularidades están a la orden del día.
"Esta carretera siempre ha sido la Cenicienta. Todos los candidatos se concentran en hacer promesas con la carretera Panamericana y a nosotros si acaso nos visitan pero nunca hacen nada y por eso recrudecen las fallas", atajó la entrevistada.
Kerly González, habitante de El Chorrito, manifestó que la acumulación de basura era un problema superado pero ha regresado este año.
"Hay montañas de desperdicios y es horrible la cantidad de moscas que entran a nuestros hogares, donde la ausencia de agua por tuberías ya es habitual y donde no se puede costear un camión cisterna. Estamos atados de manos".
Limitaciones de movilidad
Otra problemática que agobia a los vecinos de los distintos sectores de esta carretera es la ausencia de unidades de transporte. "Ahora las paradas sirven de punto de encuentro para armar grupos y hacer caminatas hasta la estación Ayacucho del Metro Los Teques. Antes desde las 5:00 a.m. había camioneticas esperando pasajeros, pero ahora lo que reina es la soledad", denunció Graciela Querales, vecina afectada.
"Los grupos son una manera de prevenir los ataques del hampa porque al que ven caminando solo le caen como moscas a la miel los motorizados que buscan resolverse el día con un celular, por lo cual ya el teléfono es de uso doméstico, es decir, no sale de casa".
Las dificultades con el transporte público son mayores en las llamadas "ciudades dormitorios" pues los trayectos son más largos y las unidades sufren mayor deterioro.
Algunos ciudadanos han implementado "pools de transporte privado", que consiste en pagarle a un vecino que tenga carro y viaje a Caracas por el traslado, para garantizar poder asistir al trabajo o estudio.
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