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Ecologistas denuncian que negligencia mató a Ruperta

Autoridades señalan que se le otorgaron todos lo cuidados que necesitaba

  • Diario El Universal

12/06/2018 06:46 pm


A la una de la madrugada del martes murió Ruperta, la única elefanta africana que quedaba en Venezuela, en las instalaciones del Parque Zoológico de Caricuao luego de pasar cuatro semanas comiendo solo zanahorias y bambú. Este paquidermo debía alimentarse con al menos 170 kilos de frutas y tubérculos diariamente para mantenerse con buena salud, informó Maribel García, ecologista de esta parroquia del municipio Libertador. 

El jueves pasado sufrió su tercera caída por desnutrición, pues comía solo 10 kilos entre zanahorias y bambú. Eso provocó que la mantuvieran en resguardo hasta el domingo cuando García y otros visitantes del zoológico de Caricuao la vieron caminando pasadas la una de la tarde. “No atendía el llamado de los visitantes. Le gritamos y en el cuarto intento fue que reaccionó, levantó la mirada y la notamos muy débil, solo tenía 48 años. Prefirieron dejarla en el parque antes que aceptar los donativos de alimentos o trasladarla a Brasil a un zoo para elefantes adultos, solo por mantener una imagen ante el mundo de que no pasaba nada”. Ayer fueron cerradas las instalaciones del zoo de Caricuao para hacerle la necropsia a Ruperta tras perder más de una tonelada de su peso. Los pocos trabajadores que estaban en el lugar aseguraron que era muy difícil trasladarla, pues no cuentan con grúas especiales ni con equipos médicos para hacerle exámenes tras su muerte. 

En 2006 su compañera, Margarita, fue enterrada en el área sin desarrollarse en el parque. “Presumimos que harán lo mismo, pues al no contar con equipos especiales no podrán llevarla a otro lugar”, relató un trabajador que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a ser despedido. “Los coordinadores preparan su versión para indicar que tenía problemas renales. pulmonares y gastrointestinales (úlceraciones). Eso fue por la mala alimentación”, relató García. Desde el 23 de marzo del año pasado Ruperta se enfermó por la falta de alimentos en los zoológicos del país, aunado a la crisis en la atención médica y escasez de algunas medicinas para este tipo de paquidermos. “Se desmayó por presentar cuadro diarreico y deshidratación, pues solo le dieron auyamas durante dos semanas”, recordó Carmen de la Vega, líder comunal de Caricuao. La situación fue un hecho mundial que desbordó las redes sociales y aumentó la solidaridad de miles de ciudadanos, muchos de ellos acudieron al parque a donar frutas, verduras y demás insumos para Ruperta. El 26 de marzo de 2017 el entonces director del parque de Caricuao, Erick Lenarduzzi, se negó a recibir los donativos por “normas sanitarias”. Sin embargo algunos vecinos burlaron la seguridad y le dieron pocos alimentos a Ruperta. 

Tres meses después fue destituido del cargo. Lenarduzzi alegaba que tenían suficiente comida y que los insumos que trajeron los vecinos era mejor donarlos a la “Misión Nevado”. No obstante, el coordinador había recibido un donativo de heno el día anterior. Ruperta no aguantó, se desmayó, y pasó tres horas en el piso, con sendas heridas en la cadera izquierda y en la oreja. Es un animal que por lo general vive entre 65 y 70 años en cautiverio. Ruperta tenía solo 48 años, relató el veterinario José Rodríguez. El 28 de agosto de 2017 sufrió su segunda caída por la escasez de suplementos y medicinas, afirmó Beatriz Lozada, líder vecinal de Caricuao. Por esta razón el 1 de septiembre de ese año el grupo de ecologistas de Caricuao solicitó al presidente del Instituto Nacional de Parques (Inparques), Jorge Alejandro Medina, el traslado de Ruperta al “Santuario de elefantes Brasil”, petición que fue rechazada. Para esta fecha ya coordinaba parque de Caricuao Gabriel Martínez. La primera caída de Ruperta fue reseñada por el presidente Nicolás Maduro como “una novela”. Y tras su fallecimiento el ministro de Ecosocialismo y Aguas, Ramón Velásquez lamentó el hecho y recordó que estos animales en cautiverio tienen “un promedio de vida de 17 años”. “Sin embargo Ruperta vivió 48 años, quiere decir que recibió todos los cuidados para prolongar su existencia”. La elefanta llegó a Caricuao a los siete años, vivió 41 años es este zoológico.  
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