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Alta política, la lección por aprender

La democracia, el respeto, la tolerancia, la paz han sido los grandes vencedores de ese proceso electoral y los actores más destacados de la vida pública nacional así lo han consolidado con sus actuaciones posteriores

  • GRISELDA REYES

29/06/2022 05:00 am

Alta política. Eso es lo que hemos visto en Colombia en los últimos días. La mayoría de los neogradinos favoreció con su voto a la izquierda progresista al elegir –en segunda vuelta– a Gustavo Petro y Francia Márquez, como presidente y vicepresidente, respectivamente. Más allá de las diatribas que envolvieron el proceso, una vez que los ciudadanos hablaron, toda la clase política se volcó a respetar la decisión de la mayoría y, así, hacer valer la institucionalidad de este país.

El actual mandatario Iván Duque, a los pocos días de la proclamación, recibió a Petro en el Palacio de Nariño comprometiéndose a una transición institucional, transparente y en sana paz. El propio exgobernante Álvaro Uribe se refirió a la nueva etapa que registra Colombia haciendo alusión a la necesidad de avanzar en paz. Otros varios expresidentes se pronunciaron en la misma línea.

Son, sin duda, otros tiempos. La democracia, el respeto, la tolerancia, la paz han sido los grandes vencedores de ese proceso electoral y los actores más destacados de la vida pública nacional así lo han consolidado con sus actuaciones posteriores.

Y es justo hacia allá donde necesitamos apuntar en Venezuela. Es lo que clama la gente, lo que nos piden en caseríos y comunidades donde abundan las necesidades y lo único que parece no escasear es la desesperanza. Lo piden a gritos, porque se han vuelto fervientes creyentes de que a medida que nos entendamos lograremos avanzar en puntos de acuerdos mínimos que procuren la solución a sus problemas.

Este fin de semana estuve en Cartanal, en lo profundo de los Valles del Tuy, en mi querido estado Miranda. Horas escuchando a la gente de a pie, a las madres desesperadas porque sus neveras están vacías, padres que saben que Venezuela no se ha arreglado y que se esfuerzan enormemente todos los días para arreglárselas y llevar el pan a sus casas.

Esa gente, a quien la clase política ha dejado sola, se siente olvidada y utilizada. No son devotos de la antipolítica, tienen una visión clara de lo que necesita el país para salir adelante. Y es precisamente alta política lo que piden.

Los ciudadanos exigen que los políticos sean hombres de Estado, que se comprometan y cumplan con la palabra empeñada. Están cansados de diálogos interminables y, peor aún, infecundos, donde valen más las excusas que las soluciones.

Así me lo hicieron saber esos hombres y mujeres que siempre se han interesado en la política –prácticamente desde el anonimato–, y que son articuladores reales de esa ciudadanía que se niega a rendirse.

Por eso insisto en que debemos dar una lección de madurez de cara al 2024 y no seguir decepcionando a nuestra gente. No se trata de cambiar la ideología de nadie, ni cerrar filas sobre determinada tendencia política. Lo que debemos procurar es la mayor inclusión posible. Predicar con el ejemplo.

Si hoy Colombia ha logrado respetar la voluntad de sus ciudadanos, ¿Qué nos impide a nosotros hacer lo propio? Gustavo Petro militó en el Movimiento 19 de abril que tras su desmovilización en 1990, se transformaría en la Alianza Democrática M-19, la segunda fuerza política más importante en la Asamblea Constituyente de 1991 de Colombia. Conoce de cerca la tragedia de la violencia, la cual, creo, no está dispuesto a reeditar.

Todos necesitamos pasar la página de los odios viscerales políticos. Venezuela está por encima de estos. Cambiar la realidad de millones de ciudadanos no puede seguir amarrado a diatribas partidistas, a borrachos peleándose por las botellas vacías.

Es la hora, como he dicho en pronunciamientos anteriores, de dejar atrás los señalamientos y descalificaciones; es hora de dejar de adjetivar a quien no piensa y obra como yo; y es el momento para comenzar a pensar en la Venezuela que vamos a legar a nuestros hijos y nietos y que debemos recuperar desde ahora.

@griseldareyesq
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griseldareyes@gmail.com 
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