Política y divorcio electoral
Los asuntos económicos ocupan el radar de preocupaciones del electorado pero los políticos están enfocados en sus propios asuntos. El divorcio continúa y si algo es difícil son las reconciliaciones post divorcios
La matriz de opinión está bastante volátil en cuanto a preferencias electorales se refiere, inclinándose hoy día por figuras outsiders, relegando a los insiders a segundos y terceros planos.
Quienes van de punteros en las encuestas van con poco porcentaje, pues no superan en unas encuestas el 15 por ciento, mientras que en otras apenas llegan al 25 por ciento, en el caso de MCM. En cualquier caso, el respaldo no es abrumador y los punteros outsiders, al igual que los insiders, son víctimas del gran desafecto de los ciudadanos hacia la política pues todas las figuras tienen hoy día más rechazo que aceptación. MCM y Rausseo están entre 60 y 70 por ciento de rechazo, mientras que Maduro, Capriles, Rosales, están por encima de 70 y el campeón del rechazo es Guaidó con más del 80 por ciento. Cuando se parean las opciones candidaturales sistemáticamente la opción “ninguno” es con gran diferencia la más señalada.
En el futuro inmediato la matriz electoral estará signada por dos factores notables: a) la incorporación de más precandidatos, o la eventual disminución por efecto de la realización de algunas alianzas entre ellos y b) por el desempeño de la economía durante los próximos meses.
En cuanto al primer aspecto es previsible que se sumen más precandidatos y tal como ya lo hemos señalado en anterior oportunidad ello incidirá , en las presentes condiciones, en un aumento de la desmotivación de los electores a participar pues mientras más sean los candidatos, mayor dispersión del voto y mayor la sensación de debilidad de todos. Si se efectúan alianzas que disminuyan el número de candidatos el candidato favorecido por la alianza posiblemente aumente su caudal y los electores se animen a participar y todos resulten favorecidos por este hecho. En la medida que brinden sensación de unidad, es decir menos candidatos, mayor serán las probabilidades de concurrencia a las primarias, a condición de que conjuren el efecto negativo de la participación del CNE en este evento, lo cual sería posible si los candidatos se enfoquen en cambiar la matriz de opinión de que el problema no son las máquinas de votación sino, más bien, la presencia de testigos electorales entrenados y responsables en todos los centros electorales. Cosa bastante difícil con un gobierno que estimula la desconfianza y cuando una de las figuras participantes se empeña en predicar que el problema es el CNE.
El segundo factor es el comportamiento de la economía. Mientras durante el año pasado los indicadores económicos estuvieron mejorando, Maduro descendió en los niveles de rechazo y llegó a tener hasta 30 por ciento de intención de voto y una disminución apreciable de la valoración negativa a su gestión, mientras que los outsiders quedaban relegados a los últimos puestos de las preferencias. Pero el desempeño cambió de bueno a malo y arrastró a los insiders en su caída, pasando a ocupar los outsiders ahora los primeros lugares en las encuestas.
Las previsiones económicas para el presente año no están claras, quedando su desempeño y efectos electorales en las nebulosas.
La producción petrolera no luce con muchas probabilidades de aumentar significativamente por lo que los ingresos fiscales dependerán muy fuertemente de la recaudación interna, la cual se ha visto afectada por la disminución del impulso económico. La economía se ve afectada por la disminución de los ingresos petroleros, la voracidad fiscal, la inflación y otras variables cuya lista es larga mencionar. La suspensión de las sanciones se aleja por los momentos pues de los guiños y apurruñones iniciales entre los gobiernos de Maduro y Biden ahora Maduro hace guiños a Putin, mientras Biden espera señales de flexibilización de las condiciones políticas y Chevron anuncia que la recuperación de la producción petrolera podría desacelerarse. En cuanto a la flexibilización de las sanciones Maduro tiene el tiempo en contra porque su ventana de oportunidad para negociar se vence a finales de este año. Si no aprovecha estos momentos en el futuro será más difícil.
Sin embargo, las estimaciones de varios economistas es que el desempeño de la economía tenderá a mejorar. El gobierno espera ocho mil millones de dólares productos de las ventas, lo cual le dará un respiro en sus cuentas. En todo caso el futuro de la economía no está cantado ni sus efectos tampoco.
No debe perderse de vista que todas las encuestas revelan una abrumadora desafección de la política que oscila entre el 60 y 70 por ciento de la población y que una parte importante de ella se moviliza en procura de sus objetivos (pensionados, jubilados y docentes, p.ej.) haciendo política sin los partidos (presionando, voceando y manifestando). Los asuntos económicos ocupan el radar de preocupaciones del electorado pero los políticos están enfocados en sus propios asuntos. El divorcio continúa y si algo es difícil son las reconciliaciones post divorcios.
@AsuajeGuedez
asuajeguedezd@gmail.com
Quienes van de punteros en las encuestas van con poco porcentaje, pues no superan en unas encuestas el 15 por ciento, mientras que en otras apenas llegan al 25 por ciento, en el caso de MCM. En cualquier caso, el respaldo no es abrumador y los punteros outsiders, al igual que los insiders, son víctimas del gran desafecto de los ciudadanos hacia la política pues todas las figuras tienen hoy día más rechazo que aceptación. MCM y Rausseo están entre 60 y 70 por ciento de rechazo, mientras que Maduro, Capriles, Rosales, están por encima de 70 y el campeón del rechazo es Guaidó con más del 80 por ciento. Cuando se parean las opciones candidaturales sistemáticamente la opción “ninguno” es con gran diferencia la más señalada.
En el futuro inmediato la matriz electoral estará signada por dos factores notables: a) la incorporación de más precandidatos, o la eventual disminución por efecto de la realización de algunas alianzas entre ellos y b) por el desempeño de la economía durante los próximos meses.
En cuanto al primer aspecto es previsible que se sumen más precandidatos y tal como ya lo hemos señalado en anterior oportunidad ello incidirá , en las presentes condiciones, en un aumento de la desmotivación de los electores a participar pues mientras más sean los candidatos, mayor dispersión del voto y mayor la sensación de debilidad de todos. Si se efectúan alianzas que disminuyan el número de candidatos el candidato favorecido por la alianza posiblemente aumente su caudal y los electores se animen a participar y todos resulten favorecidos por este hecho. En la medida que brinden sensación de unidad, es decir menos candidatos, mayor serán las probabilidades de concurrencia a las primarias, a condición de que conjuren el efecto negativo de la participación del CNE en este evento, lo cual sería posible si los candidatos se enfoquen en cambiar la matriz de opinión de que el problema no son las máquinas de votación sino, más bien, la presencia de testigos electorales entrenados y responsables en todos los centros electorales. Cosa bastante difícil con un gobierno que estimula la desconfianza y cuando una de las figuras participantes se empeña en predicar que el problema es el CNE.
El segundo factor es el comportamiento de la economía. Mientras durante el año pasado los indicadores económicos estuvieron mejorando, Maduro descendió en los niveles de rechazo y llegó a tener hasta 30 por ciento de intención de voto y una disminución apreciable de la valoración negativa a su gestión, mientras que los outsiders quedaban relegados a los últimos puestos de las preferencias. Pero el desempeño cambió de bueno a malo y arrastró a los insiders en su caída, pasando a ocupar los outsiders ahora los primeros lugares en las encuestas.
Las previsiones económicas para el presente año no están claras, quedando su desempeño y efectos electorales en las nebulosas.
La producción petrolera no luce con muchas probabilidades de aumentar significativamente por lo que los ingresos fiscales dependerán muy fuertemente de la recaudación interna, la cual se ha visto afectada por la disminución del impulso económico. La economía se ve afectada por la disminución de los ingresos petroleros, la voracidad fiscal, la inflación y otras variables cuya lista es larga mencionar. La suspensión de las sanciones se aleja por los momentos pues de los guiños y apurruñones iniciales entre los gobiernos de Maduro y Biden ahora Maduro hace guiños a Putin, mientras Biden espera señales de flexibilización de las condiciones políticas y Chevron anuncia que la recuperación de la producción petrolera podría desacelerarse. En cuanto a la flexibilización de las sanciones Maduro tiene el tiempo en contra porque su ventana de oportunidad para negociar se vence a finales de este año. Si no aprovecha estos momentos en el futuro será más difícil.
Sin embargo, las estimaciones de varios economistas es que el desempeño de la economía tenderá a mejorar. El gobierno espera ocho mil millones de dólares productos de las ventas, lo cual le dará un respiro en sus cuentas. En todo caso el futuro de la economía no está cantado ni sus efectos tampoco.
No debe perderse de vista que todas las encuestas revelan una abrumadora desafección de la política que oscila entre el 60 y 70 por ciento de la población y que una parte importante de ella se moviliza en procura de sus objetivos (pensionados, jubilados y docentes, p.ej.) haciendo política sin los partidos (presionando, voceando y manifestando). Los asuntos económicos ocupan el radar de preocupaciones del electorado pero los políticos están enfocados en sus propios asuntos. El divorcio continúa y si algo es difícil son las reconciliaciones post divorcios.
@AsuajeGuedez
asuajeguedezd@gmail.com
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